Estamos a unos días de que un nuevo año llegue a nuestras vidas y resumir los acontecimientos del año que termina siempre es algo satisfactorio. En lo personal a mi me gusta hacer consciencia de lo acontecido, porque siempre es un aliciente recordar todas aquellas cosas en las que aprovechamos este tiempo, que tan bien lo aprovechamos y si a final de año cumplimos todo lo que nos propusimos. Yo, a pesar de que lo pude aprovechar mejor, hacer más cosas, cumplir más compromisos, lograr más metas, aún así, no tengo duda de que este año que está a punto de irse lo supe valorar y aprovechar en todo lo que me ofreció.
Haciendo remembranza del 2011 que ya se va, puedo decir que hace un mes cumplí un logro que venía siguiendo desde el 2010, apresurada tal vez en los últimos meses del año, decidí de una manera tan determinante, que nadie ni nada me impediría titularme antes de que terminara el año, y lo logré. Me vi presionada en ciertas cuestiones burocráticas, ya saben, ese tipo de cosas administrativas, y también me llevé unos meses más de enojos, reproches y criticas que sirvieron para afinar el trabajo de titulación (la Tesis). La cuestión aquí es que me pude dar cuenta de que si tú te lo propones, te comprometes contigo mismo y sacrificas salidas, horas de sueño, horas de familia, la recompensa al final es grandiosa. Por algún momento en el largo trayecto de entrega papelito aquí, entrega papelito allá, ve y paga tal trámite, tomate fotos de esta manera, habla con fulanito porque no le parece a sutanito; tras esos arduos y desesperantes pequeños pasos pude dar uno enorme que me tiene contenta, y más que nada porque estoy segura que si estoy terminando mi año de una manera tan complaciente al lado de mi familia y con una gran sonrisa en la cara, seguro es porque veo el librero de mi cuarto y puedo observar mi Tesis, empastada, lista para que alguien más la lea...terminada. Puedo ver que ya estuve en esa aula de exámenes que todos añoran pero que también temen, que ya pase por un veredicto y que recordare esas palabras que aún las escucho como si hubiera sido ayer: "calificación aprobatoria" "Licenciada en Biología". En lo que respecta a esto, para mi no hay mejor momento que terminar lo que te propusiste que harías, si, a lo mejor ir en contra de la corriente, soportar caídas, volverte a levantar y terminar cansado, pero ese tipo de cansancio que da gusto porque lo disfrutas y eso, a final de año te deja un muy buen sabor de boca.
Y qué decir de las personas que estuvieron este año presentes y otras que se ausentaron. En cuestión de amistades, más que nada en lo que se refiere a conservarlas, de seguir apoyandose, frecuentandose, vaya que fue un año difícil! Las amigas que compartieron conmigo toda mi carrera no las pude frecuentar como hubiera querido, la disposición de una no coincidía con la de otra; los horarios de la otra, no coincidían con los mios, y así, durante la mayoría de los meses siguió este patrón, hasta la fecha. Sin duda alguna es triste pero con el paso del tiempo uno lo acepta y lo entiende. Y claro que hubo enojos y malentendido, por ejemplo, de repente una planeaba las reuniones: "vamos por un café", "vamos al cine"; ocasión tras ocasión escuche ese tipo de planes, y al igual que todas, me comprometí a asistir, sin embargo de todas las veces que hicimos planes, sólo una funcionó, nos vimos, comimos, platicamos y nos actualizamos de todo aquello que no nos gusta contar por teléfono o por mensajes de redes sociales, sino que sabemos que son cosas en las cuales uno necesita estar presente -como amigas que somos- para contarlo y ya sea el caso, reír o llorar juntas. A la fecha estoy segura que tanto yo como mis mounstras tenemos muchísimas cosas por contarnos, pero todo se ha venido complicando y ahora más porque antes tal vez era cuestión de no ponernos de acuerdo, de no coincidir, de apatía o de cualquier otra razón. Ahora algunas de ellas trabajan, cuestión que ocupa la totalidad de su día, 8 horas diarias o más, de Lunes a Viernes y algunas hasta Sábado. Y no me quejo, no podría quejarme, yo no trabajo, y no porque no quiera o no me den ganas de hacerlo, más bien mi plan de vida fue por otro lado y decidí no hacerlo por seguir otro camino que ellas empezaran más adelante- seguir con la maestría-. No hay cosas para reprochar, simplemente creo que este año en cuestión de amigos, me enseño que puedes compartir 4 o 5 años con las amigas o amigos que crees inocentemente que seguirán a tu lado durante toda tu vida, lamentablemente no es así, algunos se conservan y están ahí porque hemos sabido como hacer las cosas para seguir juntos. Al final de cuentas lo más importante es darse cuenta que los amigos que ya no frecuentamos tanto como en el pasado, no se debe a que ellos o nosotros no queramos seguir de la mano, más bien las cuestiones y caminos que cada una de nosotros lleva en su vida, los atajos o veredas que toma uno, que toma otro, los planes de vida definidos por uno y por otros no, siempre serán barreras que pondrán a prueba la amistad, sin embargo el ser tolerantes en estas cuestiones es la mejor recompensa, porque algunos sabremos ser ya tolerantes, pero a otros nos tiene que llegar una lección que nos haga aprender el significado de tolerancia por nuestra propia cuenta. Sin duda alguna extraño a mis amigas y seguramente las seguiré extrañando y esperando a que nos reencontremos para reír como locas de todas las cosas que hacemos, que vivimos. Ahora es difícil, pero sé que de cierta manera y hasta cierto punto seguimos tan unidas como antes, tal vez no presencialmente, pero si en el compromiso que siempre tuvimos de apoyarnos por toda la vida, por ejemplo de ser tías de nuestros hijos y de la idea loca de algún día compartir departamento. Quién sabe... igual y más adelante podamos cumplir todas aquellas cosas que en este momento no se nos permiten.
Y es irónico, pero así como hubo separaciones entre amigos, también hubo uniones. Cumplí un año de reencontrarme con un amigo de años atrás, con el cual había perdido contacto por un buen tiempo. Y ese reencuentro hizo que conociera a más personas que ahora juntos formamos un grupo lindo de amigos, no perfecto, pero si un grupo de amigos del cual podemos presumir. Somos unidos en cuando cada uno de nosotros se lo permite y siempre entre el grupo habrá alguien que nos escuche, nos apoye, sea el hombro para llorar o sea una persona con la que compartiremos horas de risa. Me da gusto pertenecer a este grupo, poder salir a bailar, cenar, comer o sea la cuestión que sea uno de ellos siempre estará ahí para pasar un buen rato. Hay cosas que se van, pero hay cosas que llegan y espero que la amistad que hasta ahora tenemos siga creciendo el próximo año. Que esté lleno de logros para cada uno de ustedes y que siga habiendo más éxitos, como los que cada uno de nosotros alcanzó este año.
Siendo ya casi año nuevo podría hablar también de mi familia y de la cuestión sentimental. Pero para hablar de eso no soy buena y también soy algo reservada. Lo que puedo decir en el aspecto familiar es que ahora me puedo sentir más unida a mi familia que antes, a gusto como debe de ser y agradecida por cada momento de mi vida compartido con ellos, pues no hay cosa más valiosa en mi vida que mi familia. En la cuestión del amor puedo decir que este año estoy feliz, me encuentro en ese proceso tan mágico que es enamorarse de alguien, compartir momentos, disfrutarlos, vivir la vida en compañía de ese alguien especial. Lo estoy disfrutando mucho de verdad y espero que así tan bueno como ha sido hasta el día de hoy, continué así por mucho tiempo.
Como resumen puedo decir que este 2011 me dejo muy buenas cosas. Aprendí a valorar más las cosas, en especial lo que se refiere al tiempo, aprendía aprovecharlo al máximo. Aprendí a no comerme el mundo de una sola mordida, a hacer las cosas con calma y con el tiempo que se requiera. Aprendí a que cuando uno se lo propone logra lo que tanto desea y a pesar de quien sea. Que en el camino habrá barreras que te lo harán más difícil pero que sabiendo esquivarlas seguramente llegaras. Que la tristeza es tan pasajera como queramos, que el pasado tiene tan buenas enseñanzas como el presente. Aprendí, tras varios tropiezos, que nosotros no podemos hacer a imagen y semejanza de lo que queremos a las personas que queremos, acepte las cualidades y defectos de los demás. Aprendí que en un abrir y cerrar de ojos las amistades se pueden ir, pero que parte de dejarlas ir es sin duda, una acción valiosa de la amistad que alguna vez se tuvo. Aprendí a dejar el egoísmo atrás para dar paso a lo que tiene que ser y así dejar ser felices a los demás. En resumen, cumplí mis metas, tal vez no todas, pero si las más importantes. Aproveche oportunidades, dejé ir otras, pero en el camino el aprendizaje fue maravilloso porque me enseño que si abandonas el camino por el que ibas y decides tomar un atajo, no es por miedo a seguir el camino que tomaste en un principio, simplemente sigue siendo parte del plan, no hablo de destino, habló de que todo, cada cosa y cada decisión que haya tomado y que siga tomando se acomodará. Así me ha pasado muchas veces, pero ahora no me cuestiono tanto el porque hago las cosas, simplemente las hago sabiendo que aunque tarden un poco siempre se lograran. En termina el año y me siento contenta y con ganas de empezar el que sigue con muchos planes en puerta. Esperando que la cosecha hecha en el 2011 rinda los frutos deseados el siguiente año.
Haciendo remembranza del 2011 que ya se va, puedo decir que hace un mes cumplí un logro que venía siguiendo desde el 2010, apresurada tal vez en los últimos meses del año, decidí de una manera tan determinante, que nadie ni nada me impediría titularme antes de que terminara el año, y lo logré. Me vi presionada en ciertas cuestiones burocráticas, ya saben, ese tipo de cosas administrativas, y también me llevé unos meses más de enojos, reproches y criticas que sirvieron para afinar el trabajo de titulación (la Tesis). La cuestión aquí es que me pude dar cuenta de que si tú te lo propones, te comprometes contigo mismo y sacrificas salidas, horas de sueño, horas de familia, la recompensa al final es grandiosa. Por algún momento en el largo trayecto de entrega papelito aquí, entrega papelito allá, ve y paga tal trámite, tomate fotos de esta manera, habla con fulanito porque no le parece a sutanito; tras esos arduos y desesperantes pequeños pasos pude dar uno enorme que me tiene contenta, y más que nada porque estoy segura que si estoy terminando mi año de una manera tan complaciente al lado de mi familia y con una gran sonrisa en la cara, seguro es porque veo el librero de mi cuarto y puedo observar mi Tesis, empastada, lista para que alguien más la lea...terminada. Puedo ver que ya estuve en esa aula de exámenes que todos añoran pero que también temen, que ya pase por un veredicto y que recordare esas palabras que aún las escucho como si hubiera sido ayer: "calificación aprobatoria" "Licenciada en Biología". En lo que respecta a esto, para mi no hay mejor momento que terminar lo que te propusiste que harías, si, a lo mejor ir en contra de la corriente, soportar caídas, volverte a levantar y terminar cansado, pero ese tipo de cansancio que da gusto porque lo disfrutas y eso, a final de año te deja un muy buen sabor de boca.
Y qué decir de las personas que estuvieron este año presentes y otras que se ausentaron. En cuestión de amistades, más que nada en lo que se refiere a conservarlas, de seguir apoyandose, frecuentandose, vaya que fue un año difícil! Las amigas que compartieron conmigo toda mi carrera no las pude frecuentar como hubiera querido, la disposición de una no coincidía con la de otra; los horarios de la otra, no coincidían con los mios, y así, durante la mayoría de los meses siguió este patrón, hasta la fecha. Sin duda alguna es triste pero con el paso del tiempo uno lo acepta y lo entiende. Y claro que hubo enojos y malentendido, por ejemplo, de repente una planeaba las reuniones: "vamos por un café", "vamos al cine"; ocasión tras ocasión escuche ese tipo de planes, y al igual que todas, me comprometí a asistir, sin embargo de todas las veces que hicimos planes, sólo una funcionó, nos vimos, comimos, platicamos y nos actualizamos de todo aquello que no nos gusta contar por teléfono o por mensajes de redes sociales, sino que sabemos que son cosas en las cuales uno necesita estar presente -como amigas que somos- para contarlo y ya sea el caso, reír o llorar juntas. A la fecha estoy segura que tanto yo como mis mounstras tenemos muchísimas cosas por contarnos, pero todo se ha venido complicando y ahora más porque antes tal vez era cuestión de no ponernos de acuerdo, de no coincidir, de apatía o de cualquier otra razón. Ahora algunas de ellas trabajan, cuestión que ocupa la totalidad de su día, 8 horas diarias o más, de Lunes a Viernes y algunas hasta Sábado. Y no me quejo, no podría quejarme, yo no trabajo, y no porque no quiera o no me den ganas de hacerlo, más bien mi plan de vida fue por otro lado y decidí no hacerlo por seguir otro camino que ellas empezaran más adelante- seguir con la maestría-. No hay cosas para reprochar, simplemente creo que este año en cuestión de amigos, me enseño que puedes compartir 4 o 5 años con las amigas o amigos que crees inocentemente que seguirán a tu lado durante toda tu vida, lamentablemente no es así, algunos se conservan y están ahí porque hemos sabido como hacer las cosas para seguir juntos. Al final de cuentas lo más importante es darse cuenta que los amigos que ya no frecuentamos tanto como en el pasado, no se debe a que ellos o nosotros no queramos seguir de la mano, más bien las cuestiones y caminos que cada una de nosotros lleva en su vida, los atajos o veredas que toma uno, que toma otro, los planes de vida definidos por uno y por otros no, siempre serán barreras que pondrán a prueba la amistad, sin embargo el ser tolerantes en estas cuestiones es la mejor recompensa, porque algunos sabremos ser ya tolerantes, pero a otros nos tiene que llegar una lección que nos haga aprender el significado de tolerancia por nuestra propia cuenta. Sin duda alguna extraño a mis amigas y seguramente las seguiré extrañando y esperando a que nos reencontremos para reír como locas de todas las cosas que hacemos, que vivimos. Ahora es difícil, pero sé que de cierta manera y hasta cierto punto seguimos tan unidas como antes, tal vez no presencialmente, pero si en el compromiso que siempre tuvimos de apoyarnos por toda la vida, por ejemplo de ser tías de nuestros hijos y de la idea loca de algún día compartir departamento. Quién sabe... igual y más adelante podamos cumplir todas aquellas cosas que en este momento no se nos permiten.
Y es irónico, pero así como hubo separaciones entre amigos, también hubo uniones. Cumplí un año de reencontrarme con un amigo de años atrás, con el cual había perdido contacto por un buen tiempo. Y ese reencuentro hizo que conociera a más personas que ahora juntos formamos un grupo lindo de amigos, no perfecto, pero si un grupo de amigos del cual podemos presumir. Somos unidos en cuando cada uno de nosotros se lo permite y siempre entre el grupo habrá alguien que nos escuche, nos apoye, sea el hombro para llorar o sea una persona con la que compartiremos horas de risa. Me da gusto pertenecer a este grupo, poder salir a bailar, cenar, comer o sea la cuestión que sea uno de ellos siempre estará ahí para pasar un buen rato. Hay cosas que se van, pero hay cosas que llegan y espero que la amistad que hasta ahora tenemos siga creciendo el próximo año. Que esté lleno de logros para cada uno de ustedes y que siga habiendo más éxitos, como los que cada uno de nosotros alcanzó este año.
Siendo ya casi año nuevo podría hablar también de mi familia y de la cuestión sentimental. Pero para hablar de eso no soy buena y también soy algo reservada. Lo que puedo decir en el aspecto familiar es que ahora me puedo sentir más unida a mi familia que antes, a gusto como debe de ser y agradecida por cada momento de mi vida compartido con ellos, pues no hay cosa más valiosa en mi vida que mi familia. En la cuestión del amor puedo decir que este año estoy feliz, me encuentro en ese proceso tan mágico que es enamorarse de alguien, compartir momentos, disfrutarlos, vivir la vida en compañía de ese alguien especial. Lo estoy disfrutando mucho de verdad y espero que así tan bueno como ha sido hasta el día de hoy, continué así por mucho tiempo.
Como resumen puedo decir que este 2011 me dejo muy buenas cosas. Aprendí a valorar más las cosas, en especial lo que se refiere al tiempo, aprendía aprovecharlo al máximo. Aprendí a no comerme el mundo de una sola mordida, a hacer las cosas con calma y con el tiempo que se requiera. Aprendí a que cuando uno se lo propone logra lo que tanto desea y a pesar de quien sea. Que en el camino habrá barreras que te lo harán más difícil pero que sabiendo esquivarlas seguramente llegaras. Que la tristeza es tan pasajera como queramos, que el pasado tiene tan buenas enseñanzas como el presente. Aprendí, tras varios tropiezos, que nosotros no podemos hacer a imagen y semejanza de lo que queremos a las personas que queremos, acepte las cualidades y defectos de los demás. Aprendí que en un abrir y cerrar de ojos las amistades se pueden ir, pero que parte de dejarlas ir es sin duda, una acción valiosa de la amistad que alguna vez se tuvo. Aprendí a dejar el egoísmo atrás para dar paso a lo que tiene que ser y así dejar ser felices a los demás. En resumen, cumplí mis metas, tal vez no todas, pero si las más importantes. Aproveche oportunidades, dejé ir otras, pero en el camino el aprendizaje fue maravilloso porque me enseño que si abandonas el camino por el que ibas y decides tomar un atajo, no es por miedo a seguir el camino que tomaste en un principio, simplemente sigue siendo parte del plan, no hablo de destino, habló de que todo, cada cosa y cada decisión que haya tomado y que siga tomando se acomodará. Así me ha pasado muchas veces, pero ahora no me cuestiono tanto el porque hago las cosas, simplemente las hago sabiendo que aunque tarden un poco siempre se lograran. En termina el año y me siento contenta y con ganas de empezar el que sigue con muchos planes en puerta. Esperando que la cosecha hecha en el 2011 rinda los frutos deseados el siguiente año.